Menuda lección para el mundo político la revolución Árabe. Hace cincuenta años pensar en un acontecimiento como este era una locura y apostaría, que el mas brillante de los analistas políticos, se negaría a pensar en esta posibilidad. Sin embargo, la posibilidad de un enfrentamiento nuclear no era del todo una locura y en Octubre de 1962 estuvo a punto de estallar la tercera guerra nuclear, cuando la desaparecida Unión Soviética introdujo misiles nucleares en Cuba. Ahora puedo pensar que en el mundo todo es probable que ocurra cuando hablamos de sociedades en constante conflicto, y a medida que vallamos avanzando en el tiempo los pueblos que todavía siguen gobernados por gobiernos totalitarios harán su revolución, pero no como la de Cuba que ha sido el fiasco del continente americano, mas bien, será una revolución democrática basada en valores, principios éticos y derecho de cada individuo, representada en la carta de La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue aprobada por una mayoría de países el 10 de diciembre de 1948. Con esta declaración universal necesaria para el mundo en aquellos tiempos difíciles de una emergente guerra fría entre el bloque socialista y capitalista, la oposición a los gobiernos coloniales y la apartheid en Sudáfrica, nació una nueva era de esperanza y aunque después de su aprobación en el mundo se siguió violando permanentemente los derechos del hombre quedando manifiesta la miseria del hombre, hoy día es casi imposible que las sociedades no reclamen ese derecho frente a los regimenes y estos a su vez sientan el temor frente a la critica internacional. La corte internacional de justicia ( La Haya ) fundada en 1946 fue un buen ejemplo de justicia internacional para los crímenes de lesa humanidad. Por lo tanto, La Carta Universal de los Derechos Humanos es un documento histórico y el mas importante que se halla redactado jamás en la civilización moderna, por consecuencia, aunque al principio era desconocida, hoy día es una moda y una necesidad empírica e inalienable de todo hombre. El mundo de hoy y del mañana será mas humano, mas feliz si aplicamos correctamente su practica como formula de vida.
Esta demostración de la nueva revolución en el mundo Árabe demuestra un salto y una postura social de acorde con los tiempos en que vivimos, donde es casi imposible gobernar e imponer ideologías personales como formula para gobernar un país. Visto de muchos puntos de vista, ya resulta mas cotidiano que las sociedades se revelen contra sus detractores y mas ahora con esta nueva revolución en el mundo Árabe que pone de manifiesto la decadencia de las políticas antidemocráticas, que reafirma y obliga un replanteamiento en la forma de gobernar de los lideres, y aunque todavía quedan algunos que se resisten a cambiar sus políticas sociales, la conciencia de los pueblos y sus reclamos de derecho desarticulara cualquier formula de permanencia vitalicia.
Es que la humanidad debe avanzar y no retroceder y cualquier ideología totalitaria, ya sea religiosa, política o de cualquier naturaleza, es un freno para el desarrollo humnao.
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