Desde que arranco la
guerra en Siria, después de las manifestaciones de julio del 2011, donde la
mayoría de la sociedad civil Siria reclamaba libertades, democracia y más participación
en los poderes del estado gobernados en su mayoría por fieles al grupo
minoritario Alaui, de rama Chii Islámica al que perteneció Jafez Al Assad su antiguo presidente y que
luego tras su muerte en el 2000 heredo su hijo Bashar Al Assad, han muerto más
de 70 mil personas y según algunas organizaciones, la cifra ya supera las 80
mil, y dada la situación real seguirá incrementándose mientras el conflicto
siga avanzando como parece ser. A estas
apoteósicas cifras, hay que agregar el más de millón de refugiados concentrados
en las fronteras de Jordania, Turquía y el Líbano. Fronteras a las que cada día
siguen llegando familias huyendo de la guerra.
Paralelamente, las grandes potencias de
occidente no han logrado ponerse de acuerdo para detener el conflicto, que está
desangrando al pueblo sirio. Desde que estallo la guerra hace más de dos años,
en la ONU se han aprobado resoluciones para cerrarle el crédito al gobierno,
congelando las cuentas bancarias en el exterior, la de sus ministros y principalmente el bloqueo al comercio de armas al régimen sirio. Pero aun con
estas sanciones que se han ido recrudeciendo, no se ha podido detener la
guerra. Todos los esfuerzos de los enviados de la ONU se han estrellado contra
el muro de la confrontación armada. El enviado de la ONU Kofi Annan fracaso en
su misión de paz por la negativa de las partes al dialogo, principalmente el régimen nunca tuvo intenciones reales con la oposición, quienes a
su vez pedían su renuncia como condición para establecer la paz. Bajo estos
términos el cese del fuego que en principio se había acordado no se produjo,
como tampoco las condiciones de que el ejército se retirara de las ciudades
ocupadas, para darle paso a las organizaciones de ayuda humanitaria para
auxiliar a las víctimas. Sin embargo, durante estos dos años, naciones como Rusia y China han apoyado el gobierno Sirio. Estas dos potencias con derecho al
veto en la ONU, en reiteradas ocasiones se han negado a pactar por una
intervención militar, poniendo como ejemplo el fracaso de Libia, donde
especialmente Rusia vio afectado sus intereses económicos. También, se han
opuesto a las exigencias de la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) y
la Liga Árabe de forzar la salida de presidente sirio. Rusia como aliado indiscutible después de Irán
sigue apoyando el régimen sirio, sigue suministrándole armas, como los misiles
tierra-aire S-300 que según las fuentes diplomáticas rusas ya estaban comprometidas.
Pero, nos preguntamos por que el gobierno de Putin apoya al régimen sirio. Existen varias hipótesis, como ganar protagonismo político internacional después de la debacle que sufrió Rusia con la caída del campo socialista, por interés económico por ventas de armas y evidentemente está en la base de Tartus, su
último reducto naval, objetivo que no está dispuesto a perder aunque no lo
tiene a día de hoy garantizado por su apoyo rotundo al presidente Assad. Pero no solo Rusia ha seguido suministrando armas,
también por la frontera Irán abastece al ejército. Como consecuencia, Israel
quien en el primer año estuvo atento al desarrollo del conflicto, ha
bombardeado objetivos militares en dos ocasiones, reiterando su compromiso de
evitar que su archí-enemigo Hezbola pueda hacerse con armamento que ponga en
peligro la seguridad nacional. Con este escenario nefasto, E.E.U.U cauteloso y
rondando la pasividad, intenta encontrar junto a las naciones con intereses en
el país Árabe una salida política al conflicto y evitar la intervención militar,
que al parecer seria ya inevitable dada las cifras de muertes que echan por
tierra cualquier propuesta de paz, pese a que, Barak Obama en pasados discursos dejo claro cuales serian las razones para la intervención de forma
unilateral, precisamente refiriéndose a la utilización de armas químicas, cual
llamo ¨Línea Roja¨ Para el caso, hay
pruebas contundentes de la utilización de estas armas y los E.E.U.U sigue sin
tomar la iniciativa. No obstante, en meses pasados tomaron la decisión de
apoyar a la oposición con en envió de material logístico, de protección no
letal, entrenamiento y capital para la oposición y los refugiados en Jordania y
Turkia. Así quedo reflejado la intención en el final de su periplo por el Medio Oriente en
Jordania, su segundo aliado en la región después de Israel, donde sostuvo una
reunión con el presidente, el rey Abdala II.
Pese a que la Unión Europea sigue dándole prioridad a
su complicada crisis económica, siguen las reuniones diplomáticas entre la
mayoría de los países (Amigos de Siria) que apoyan a la oposición (ELS) reconocidos por estos
como único gobierno legitimo de transición para una futura Siria sin Assad y
sus partidarios, y la minoría de los países que apoyan al régimen como Irán, Rusia, China y otros irrelevantes de poco peso como Cuba, Venezuela, entre otros. Mientras
todo este proceso sigue dilatándose, la oposición sigue sufriendo los
bombardeos constantes del ejercito en la principales ciudades del país,
teniéndose que enfrentar con muy pocos recursos militares. Con Kalashnikov y granadas le hacen la guerra a un ejército entrenado,
mayoritariamente mezclado entre la rama Suni, del cual muchos han desertado
para unirse al (ELS), y los Chií, pero también a tanques blindados, artillería, misiles de gran alcance como
los SCUD de fabricación rusa y sobre todo, a la aviación y sus bombardeos
continuos en ciudades pobladas. Con estas gigantescas diferencias militares
entre los rebeldes y el ejército oficial, la administración de la Casa Blanca
sigue negado a entregarle armamento más sofisticado a los rebeldes debido a la
presencia de grupos extremistas afiliados a Al-Qaeda que están involucrados de
forma activa en la guerra, para que no terminen en manos de los grupos radicales, que
posteriormente podrían utilizar para atacar objetivos económicos y militares
occidentales. Pero el 30 de mayo vence el plazo del embargo
de armas a Siria y aunque siguen divididas las opiniones sobre armar o no a los
rebeldes, estarían barajando la opción de un levantamiento parcial para que
cada país tome la decisión de forma independiente. Decidan lo que decidan en la
próxima reunión de Ginebra, países como Arabia Saudí y Qatar continuarán
apoyando de manera activa a todos los grupos rebeldes. Lamentablemente, el
gobierno sirio se equivoco, ya no existen posibilidades de alcanzar un acuerdo político
y la situación en las ciudades donde se enfrenta el ejercito del régimen y los
rebeldes son terriblemente caóticas para los más vulnerables, las familias y en general la población que de alguna manera se encuentra atrapada en el conflicto y que no han podido escapar o no han
querido abandonar sus casas. De igual manera, todos los que han abandonado sus
hogares buscando protección en los países vecinos, en los campos de refugiados
tampoco su situación es la mejor, pese a la ayuda de las organizaciones
gubernamentales, las no gubernamentales ONG y como principal actor las ONU.
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