La Historia de la
disidencia en Cuba se remonta a principios del siglo XVIII. Las primeras luchas
sociales se originaron como consecuencia de las leyes monopólicas de
la corona española, la prohibición de la venta del tabaco a particulares
y los precios elevados, fue la causa de los primeros enfrentamientos entre
los vegueros, co-obreros y el gobierno colonial. Como consecuencia de
la violenta represión de las protestas, aparecieron las primeras
ejecuciones de las revueltas, once vegueros.
Para principio
del siglo XIX ya se daban a conocer los primeros reformistas y
opositores a la colonia, de diferentes tendencias, que
buscaban des-centralización, autonomía e incidir en
la política de la isla. Empieza a conocerse destacados
pensadores políticos, sociales y económicos como el padre Félix
Varela, José de la Cruz y Caballero, Felipe Poey entre otros. Entre 1879 y 1880
nace la primera Guerra Chiquita comandada por Calixto
García, que gano España. En 1810 por ejemplo, se descubre la
primera conspiración independentista liderada por Ramón de la
Cruz. Dos importantes conspiraciones son abortadas en este periodo, la de Los
Soles y Rayos de Bolívar en 1823 en la que participaba el poeta José
María Heredia. En 1868 Carlos Manuel de Céspede les da la
libertad a los esclavos y redacta El manifiesto del 10 de
octubre de ese mismo año, donde expresa las causas y los objetivos
de la lucha por la independencia.
Para 1886 (España decreta
la abolición de la esclavitud) y durante este periodo se
acentuaron cambios en la estructura de la colonia que conllevaron a
la necesidad de una guerra de liberación nacional. La
llamada guerra de los 10 años por el largo tiempo que tomo
la emancipación. Con el gran levantamiento el 24 de febrero de 1895
se reinicia la lucha desde oriente hasta occidente liderada por Antonio Maceo,
Máximo Gómez y José Marti el gran pensador, poeta, escritor y periodista, la
figura cimera del siglo XIX, así como Carlos Roloff y Serafín Sánchez y otros
lideres. Ese mismo año se redacta una nueva Constitución de la
República en Armas, el 16 de septiembre en Jimaguayu. Con la guerra prácticamente ganada en
1898 interviene Estados Unidos con un importante control comercial en la
isla, por el hundimiento del buque Maine. El 10 de febrero interviene Estados Unidos y para el 10 de diciembre
concluye la guerra cubana- estadounidense contra España con el
Tratado de París, donde EEUU en virtud de los acuerdos recibe el control
absoluto de Cuba. El 25 de enero de 1900 el gobierno militar llama a
la elección de los delegados para la asamblea constituyente. La
asamblea constituyente redacto y aprobó la Constitución de
1901 de carácter liberal y democrático.
Se estableció un régimen republicano y representativo,
estructurado en la célebre separación de poderes de Montesquieu.
Para evitar la ocupación y mantener la relación cubano
estadounidense, el congreso de Estados Unidos aprueba la enmienda Platt,
cual le otorgaba el derecho de intervenir en los asuntos internos de la isla.
El 20 de mayo de 1902 nace la República de Cuba, y es elegido Tomas Estrada Palma como primer presidente. Tuvo la tarea de reforzar los vínculos de dependencia con EEUU, cual fue muy criticado, pero aun así logro la reelección que provocó la sublevación del partido liberal y la intervención de EEUU.
Durante la primera y segunda década republicana Cuba se desarrollaba rápidamente y los principales beneficios los facturaban las empresas estadounidenses. Tras la crisis de la economía cubana en 1920, por la caída del precio del azúcar su principal renglón económico, en manos de compañías americanas, ese mismo año aparece el primer congreso de obreros independientes de diversas tendencias. Nace entonces la Federación Obrera de la Habana, que luego 1925 se convierte en la Confederación Nacional Obrera de Cuba, pero antes, el 20 de diciembre de 1922 nace la Federación Estudiantil Universitaria, (FEU) cuyo primer secretario sería uno de sus fundadores, Julio Antonio Mella.
Todas estas organizaciones sociales y políticas se incorporan a la lucha política. El 20 de mayo de 1925 es electo presidente Gerardo Machado. Su mandato se caracterizo por la bonanza económica y por la represión tras modificar la constitución de 1901 que prohibía expresamente la reelección. Tras el golpe constitucional de Machado, los partidos políticos opuestos le hacen frente al gobierno machadista y el 10 de enero de 1929 es asesinado Julio Antonio Mella, el líder estudiantil. El 12 de agosto de 1933 cae la dictadura, Machado huye del país y se desata la violencia y la venganza contra todos los partidarios de dictador. Se creo entonces un gobierno provisional pactado entre el ABC, partido político de-facto que se opuso junto al ejército contra Machado y el embajador Wells, que tuvo a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada (hijo) de presidente. La situación duro algunos meses. Luego, algunos militares liderados por Fulgencio Batista dan un golpe de estado y con el apoyo del directorio estudiantil, destituyen a Céspedes, Batista se convierte en el jefe del ejército. Entonces se crea un gobierno de Pentarquía que dura 6 meses bajo la autoridad del movimiento estudiantil encabezado por Ramón Grau como presidente y Antonio Guiteras como secretario de gobernación -quienes se oponen a la enmienda Platt- y Batista general del ejercito. Este gobierno se llamo el de los 100 días. El gobierno fracasa en 1934 debido a la oposición del Partido Socialista Popular y EEUU.
Entre 1934 y 1936
se materializa la fragilidad política y en dos años por el
gobierno pasan tres presidentes. Ya para el subsiguientes se hacen grandes
cambios democráticos como la amnistía de los 3000
presos políticos 1937, la legalización de partidos de oposición,
la autonomía universitaria y en 1939 la convocatoria de la asamblea
constituyente que aprobó y redacto la nueva constitución de
1940, con su entrada en vigor el 10 de octubre de ese mismo año. El primer
gobierno de esa etapa estuvo presidido por Fulgencio Batista hasta el
1944 cuando Ramón Grau San Martín es elegido presidente con
un gran respaldo popular hasta 1948 que es elegido Carlos Prio Socarras hasta
1952. Ni Ramón Grau, ni Carlos Prio del Partido Revolucionario Cubano, fueron
capaces de aprovechar las favorables condiciones económicas posterior
a la Segunda Guerra Mundial, ambos lideres se dedicaron a reprimir a
la oposición , al asesinato de lideres políticos, a
la censura de los medios de prensa y aplicación de la ley
Mordaza. En 1947 el Partido Revolucionario Cubano, descontento con sus políticos funda
bajo la dirección de Eduardo Rene Chivas, el Partido del
Pueblo Cubano (Ortodoxo).
En la elecciones
de 1952 Fulgencio Batista da un nuevo golpe de estado el 10 de marzo,
eliminando la constitución de 1940 e impone una dictadura militar que
duro hasta 1959 con el triunfo revolucionario comandado por Fidel Castro Ruz y
otros comandantes.
A partir de aquí, la mayoría de los cubanos conocen parte de la historia, digo parte, porque como en todo proceso revolucionario la justicia termina corrompiéndose por la euforia, la ambición y la sed de venganza. En ese proceso, muchos de aquellos revolucionarios pensaron que todo aquel esfuerzo había sido destinado para restablecer la democracia que había costado tantas vidas durante décadas de luchas casi interminables, y que finalmente, después de tantas injusticias y represión con el triunfo revolucionario había llegado a su fin para que ningún esfuerzo hubiese sido en vano, en principio. Pero no, la historia se rescribiria nuevamente con la misma formula, y como si no hubiese sido suficiente el proceso revolucionario lejos de restaurar la democracia, el respeto a las libertades, ideas y partidos políticos, llevo a cabo una limpieza social, política y económica. Una purga contra todo aquello que no estuviese dentro de los nuevos parámetros del nuevo ideal revolucionario se desato. Finalmente, después de continuas indecisiones y escaramuzas políticas se definiría la revolucion como Marxista-Leninista. A partir de entonces, el nuevo gobierno revolucionario comandado por Fidel Castro y otros lideres guerrilleros implantan una dictadura comunista.
Después que el primer ministro José Miro Cardona, es destituido, Fidel toma el cargo de primer ministro relevando del puesto a José Cardona y termina forzando la renuncia de Manuel Urrutia por problemas políticos para luego ocupar el cargo de presidente, desechando así el Manifiesto de la Sierra Maestra, donde los rebeldes se comprometieron a celebrar elecciones generales para elegir nuevo presidente y ministros para los cargos del estado, bajo las normas constitucionales de 1940 y los códigos electorales de la constitución de 1943. Pero no es hasta el 30 de junio de 1974 que oficialmente Fidel Castro es elegido en unas elecciones de carácter comunista como presidente de Cuba.
Ya que muchos combatientes del movimiento 26 de julio-7, comandantes y guerrilleros se opusieron al carácter comunista que la revolución había tomado. Gran parte de estos pasaron a la oposición y muchos de ellos fueron encarcelados otros fusilados por traición y muchos terminaron emigrando hacia los EEUU para luego volver con la invasión de Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961.
Derrotadas las
columnas de Cubanos, luego de vejaciones, maltrato y asesinatos de
algunos prisioneros como los ocurrido ese mismo año, cuando
9 prisioneros mueren por asfixia en un contenedor completamente
cerrado, comienzan largas negociaciones entre el gobierno comunista
ya establecido y la administración de J.F. Kennedy y un
año después, son liberados y devuelto hacia los EEUU 1179 prisioneros a
cambio de alimentos y medicina, aunque en principio estas negociaciones estaban
especialmente dirigidas al intercambio de prisioneros por capital o
maquinarias agrícolas.
Han sido muchos los que se han sacrificado por restaurar la democracia, la libertad y los derechos sociales durante siglos y décadas en Cuba. Desde Calixto García y Carlos Manuel de Céspedes, al padre de la patria Félix Varela, José Marti, poeta y pensador, los generalísimos Antonio Maceo y Máximo Gómez, pasando por los lideres estudiantiles como Julio Antonio Mella, Frank País, combatientes del 26 de julio-7, comandantes y ex-combatientes de columnas rebeldes, Pedro Luis Boitel líder estudiantil, partidos políticos, organizaciones de derechos humanos, Damas de Blanco, Orlando Zapata, Wilmar Villar, Osvaldo Paya, Jarol Cepeda, y cientos de jóvenes e intelectuales y políticos de la historia cubana que no he nombrado pero son parte de ella.
La disidencia existe hoy todavía y seguirá siendo parte de la historia de Cuba. En la actualidad la disidencia sigue el duro camino que enfrentaron otros, de enfrentarse a un gobierno totalitario y anti-democrático en pos de la Cuba que soñaron los grandes próceres y políticos que apostaron siempre por la democracia y la igualdad de derechos de todos los cubanos. Sin duda alguna, una de las mas representativas figuras que hoy viven es Yoanis Sánchez, Bertha Soler, Eliécer Ávila y otros muchos no menos importantes por su labor, quienes son acusados de mercenarios y traidores a la patria por los partidarios de los Castros Rus, pero no de la patria de los que han hecho la historia de la verdadera República Cubana. Los disidentes no han sido ni serán traidores a la patria de Marti, ni a la de Gómez y Maceo, ni a la de todos aquellos que han creído en una Cuba Libre y democrática.
Tampoco ninguno de los que hoy gobiernan con mano dura antes fueron considerados mercenarios, tampoco los primeros que se alzaron en la manigua, los primeros insurrectos contra los colonizadores, tampoco los combatientes que se hicieron grandes desde la disidencia, la conspiración y la oposición. No fueron los clandestinos del 26-Julio unos bandidos, tampoco los rebeldes barbudos fueron llamados mercenarios. Todo el pueblo los conocia como los expedicionarios, guerrilleros, rebeldes que lucharon para derrocar la dictadura batistiana. Pero me pregunto por el resto que no compartió el camino de la revolución, los que no compartieron el carácter comunista de la revolución con todo su derecho, porque también fueron protagonistas, también hicieron grandes sacrificios por el futuro de Cuba. Pues por primera vez en la historia de Cuba, los defensores de las libertades y la democracia fueron llamados traidores, mercenarios y vende patrias.
Sin ninguna oportunidad, muchos tuvieron que huir de su tierra, con la esperanza de volver y los que se quedaron, sufrieron represión, castigo y muerte, de unos lideres revolucionarios que luego de mentirle al pueblo y enterrar parte de la historia y el sacrificio de una Cuba republicana y democrática, habían monopolizado el poder para transformase en nefastos dictadores hasta el presente.
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